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miércoles, 6 de mayo de 2015

El ansia por expresarme me empuja a escribir .

Cierro los ojos y me veo al otro lado del mundo. No sé dónde me encuentro, o sí, en un lugar y en unas circunstancias desconocidas por mí.
Abro mi mochila vital, con el fin de encontrar alguna pista, algún mapa q me sirva de orientación. Lo q encuentro, no me ayuda en la búsqueda, pero me reconforta. No hay restos de rencores, ni de frustraciones ;  los dolores han desaparecido al ritmo de los olvidos. Los recuerdos, ya ocupan otro lugar. Son cálidos y me dan calor cuando tengo frío. Me mecen al son de ordenadas melodías. Estoy tranquila, mi pasado sigue estando muy presente, fundamentalmente, porq alguien sin pasado no tiene vida y yo, no renuncio a la mía: Una vida sin piedras en la mochila.

Quiero ubicarme en este mi día a día. Ignoro como podría definirlo, pero sí sé cómo afrontarlo y cómo vivirlo. Lo único q se me resiste es la capacidad para dosificarte, eso consigue q me sumerja en un laberinto; laberinto del q conozco muy bien la salida, pero dónde siempre me topo con un STOP, q me impide salir. Lo malo o lo bueno de todo ello, es q al menos, me atrevo a confesar, q ese STOP, lo pinté yo con los colores de mi amor, y mientras éste perviva, seguiré esperando con la perseverancia q ya conoces.

Lo sé ... Q mala soy dosificándote !!!



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