Vistas de página en total

jueves, 8 de mayo de 2014

Fué en el colegio, y alguien a quien no voy a nombrar, me dijo: Niñina, parece q naciste jugando !!

Con el tiempo me dí cuenta de cuanta razón  l@ asistía. Jugué a casi todo lo q se me ponía por delante, brûlé, baloncesto, voley, golf, natación, tenis, padel, frontón; incluso me permití un par de partidinos de fútbol. De los juegos de mesa, q decir,  mencantan.
En estas competiciones me jugaba mas q un resultado; me jugaba mi esfuerzo, mi capacidad, mi implicación, y mas q nada, mis ganas de ganar. No recuerdo si fueron mas las derrotas o las victorias, lo q sí puedo asegurar es q además de saber perder, sé ganar, bastante mas difícil, por cierto. Detesto esos gestos de victoria humillantes para el contrario y q suelen ser mas habituales de lo debido.

La práctica de deporte ya no forma parte de mi vida, una pena, pero ... así vinieron las cosas y así las acepté.

Ahora me dedico a driblar los guiños q la vida me proporciona cada día. Aquí ya no es cuestión de ganar o perder, la pelea tiene otro fin: Ser feliz, disfrutar de momentos seguramente irrepetibles, y si se puede, alcanzar la paz soñada junto a la persona mas inesperada. En esto, los valores q me juego difieren a los deportivos, aquí pongo mi empeño en la honradez. Voy de frente, a pecho descubierto y sin coraza dónde esconder aquello q quizá debiera.  Detesto el engaño y la mentira, aunq a veces necesarios ..., principalmente porq sería engañarme a mi misma, y la verdad,  una ya no está en edad de engaños, ni propios ni ajenos.

No quiero pensar en el mañana, sólo pido tiempo, y el tiempo, tiempo me dará; q en esto de las cosas del querer no alcanza la meta quien mas corre, mas bien quien mejor sabe esperar.

La incógnita será despejada, y siempre será con la deportividad presente, sabiendo perder y sabiendo ganar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario