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domingo, 11 de septiembre de 2011

Tres estrellas.

Fueron días muy difíciles para tí y no menos para mí. La desazón, el disgusto y el total abandono de la autoestima tomaban forma y no permitían q sonrisa alguna se dibujara en tu bonita boca y en tus ojos tan preciosos.

Todo fué un mar de lágrimas y un sendero de difíciles "Por qués" a los q no podía responder, mas q nada porq esos POR QUÉS no dependían de nosotr@s y mucho menos de mí. La tragedia, el drama en el q te veías sumergida te impedía ver mas allás del hoy q estabas sufriendo.

En un momento en el q atisbé algo de paz en tu interior, me acerqué al mirador de tu casa para fumar. Era de noche, hacía muchísimo calor; y en un momento dado, me ausenté mentalmente observando el rumbo q el humo del cigarrillo tomaba. El cielo estaba muy azul, y un enorme ramo de estrellas nos vigilaban desde el cielo,  el humo caprichosamente iba de derecha a izquierda consiguiendo q mi atención se centrara  en un cósmico retal.

Tres de ellas destacaban como si quisieran hacerse notar, como con una especial necesidad de hacerse presentes. No me pasó desapercibida la ubicación de cada una de ellas, una en el centro, otra a la derecha y la última a la izquierda; como si fueran unos brazos q  quisieran abrigar y dar cobijo a tu pena  con un entrañable abrazo.

No lo dudo, cualquier científico nos daría su nombre dentro del cosmos, q lo tendrán;  pero yo me permití el bautizarlas con sus nombres y apellidos, y te dije:
" Mira, aquí tienes tus TRES ESTRELLAS, q representan a aquell@s q ya no están, pero q son l@s q mas te han querido, ell@s te ayudarán de aquí en adelante".

Y q así sea, no dejes de mirarl@s, cuentales tus cosas q ell@s están deseos@s de conversación, y te transmitirán una energía desconocida y aún necesaria  para tí.

No l@s dejes de lado, son tus TRES ESTRELLAS y necesitan de tu mirada tan bonita.

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