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sábado, 5 de mayo de 2018

Tus luces

Regresaba a casa cuando a lo lejos vía iluminado el pabellón. Q raro, pensé,èsta mañana nada había anunciado. La curiosidad me llevó hasta allí, y de ser una fiesta ,mi vestuario no desentonaría ya q de otra fiesta volvía.
Al entrar , el bullicio me envolvió y me sentí extraña entre gente q no conocía.
Un amable camarero se acercó para ofrecerme una copa de Champagne, la cogí esbrozando una media sonrisa de agradecimiento y enfilé el camino hacia la terraza.
Me esmeré en sortear a todo aquel q encontraba a mi paso con el fin de q la copa y su contenido siguieran intactos. No sé cómo ocurrió, alguien se volvió bruscamente y su copa se vertió sobre mi pantalón negro. Oh, vaya! Al levantar la cabeza nuestras miradas se encontraron enormemente sorprendidas. Túúú ? ...Dijiste. Me abrazaste largamente y percibí tus pezones erizados. Unas palabras, un hasta luego y un par de besos de despedida q supiste sortear para besarme brevemente en la boca.
Nerviosa y adaptada seguí mi camino hacia la terraza. Mis piernas temblaban mientras maldecía el momento en el q decidí acercarme hasta aquella exposición de Manuel Benedito, ese era el motivo de la reunión.
Fumaba ,  y esperaba q el murmullo del mar me acurrucara calmando mi ansiedad ,cuando  sentí una mano sobre mi nuca, no tuve necesidad de mirar , tus largos y huesudos dedos no son fáciles de olvidar.
Me diste a beber de tu copa, un trago solamente, otros dos besos de despedida q tb supiste sortear, más intensamente, nuestras bocas se enroscáron.
Un adiós, un beso y tú sabor.
Volví sobre mis pasos sabiendo que querer es poder, pero tú no quieres, el miedo te atenaza y yo lo desconozco.

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